En el ámbito empresarial es innegable la trascendencia de todo lo relacionado con el dinero. Pero esta es un área especialmente farragosa que, salvo para los expertos, genera confusiones entre términos y conceptos que es difícil diferenciar a primera vista. Una de las dudas más peligrosas es la de no saber la diferencia entre tesorería y contabilidad. Baste pensar que en muchas ocasiones se aúnan en un mismo departamento, lo que contribuye a hacer más evidente este lío.
En esta línea, conviene resaltar que todos los expertos señalan la necesidad de segregar las funciones entre tesorería y contabilidad, esto es, que se dejen en manos de personas distintas. Entre otras cosas, esta diferenciación contribuye de manera muy eficaz a evitar que se produzcan incorrecciones o, incluso, fraudes. Y a que tu empresa funcione de una forma mucho más eficaz como vas a comprobar.
Para que te hagas una primera idea de la diferencia entre estos dos términos piensa que, cuando hablamos de tesorería nos referimos a la liquidez del negocio en cada momento. La contabilidad de la empresa, por su parte, detalla la información financiera de la empresa, con las cuantías de gastos e ingresos, las previsiones y el patrimonio. Resumimos las principales funciones de ambos:
Entre las principales funciones de la tesorería encontramos:
- Administración y manejo de los fondos financieros
- Gestión de pagos y cobros teniendo en cuenta el flujo de caja y la legislación reguladora vigente.
Sin embargo, el objeto de la contabilidad es diferente. Aquí podemos ver las funciones del departamento contable más importantes:
- Proporcionar en un momento dado información ordenada de los movimientos financieros de la empresa, manteniendo la atención en el cumplimiento de los objetivos y las metas planificados.
- Registrar todas las operaciones de ingresos y salidas, sistematizados por áreas y departamentos.